La gran mayoría, por otro lado, pertenecen al Cristiandad oriental, que han existido en Siria desde los primeros días del Cristianismo.
Los principales grupos Orientales son: Los cismas trajeron consigo muchas sectas como resultado de la política y los desacuerdos doctrinales.
El Miaphysites enseñó que el Logos tomó en una instancia de la humanidad como propia en una sola naturaleza.
En los siglos siguientes, sin embargo, especialmente durante las Cruzadas, algunas de las iglesias Orientales habían profesado la autoridad del papa en Roma y entraron en o re-afirmaron la comunión con la Iglesia Católica.
Hoy en día existe un llamado a las iglesias Orientales Católicas, que conservan un lenguaje distintivo, derecho canónico y de la liturgia.
[7] De las Iglesias Católicas Orientales la más antigua es la Maronita, con vínculos con Roma, que data por lo menos desde el siglo XII.
Hoy en día el término «Melquita» está en uso en su mayoría entre la Católica griega de Siria y el Líbano.
Con la expansión militar del Imperio islámico Omeya en Siria y Anatolia, los no-Musulmanes que conservaron sus religiones natales estaban obligados a pagar un impuesto alto, no se les permitían poseer tierra, y fueron sometidos a humillaciones que resultó en la presión para convertirse al Islam.
Los cristianos (así como los pocos Judíos) que quedan en el país participan en todos los aspectos de la vida en Siria.
Ellos han preferido mezclarse con los Musulmanes, en vez de formar a unidades y brigadas compuestas solamente por Cristianos, y luchar junto a sus compatriotas Musulmanes contra las fuerzas Israelíes en los distintos conflictos árabe–israelíes del siglo XX.
Por acuerdo con otras comunidades, las iglesias Cristianas de Siria no hacen proselitismo religioso.
Los cristianos se extendieron por toda Siria y representan una población considerable en algunas ciudades/áreas; siendo las más importantes: