Convención para la Reglamentación de las Actividades sobre Recursos Minerales Antárticos

Sin embargo, nunca entró en vigencia debido a que no fue ratificado por ningún estado.

En 1973, el buque norteamericano Glomar Challenger descubrió hidrocarburos en el Mar de Ross.[5]​.

Por esta razón, se decidió tratar la cuestión de la explotación minera y petrolífera en la región antártica en la Sexta Reunión Consultiva del Tratado Antártico[3]​ ,que se llevó a cabo en 1970 en Tokio.

[6]​ No fue sino hasta 1982 cuando se comenzó a trabajar en la elaboración de un régimen que regulara la explotación de los recursos minerales antárticos, durante la Cuarta Reunión Consultiva Especial del Tratado Antártico[1]​ celebrada en Wellington[6]​.

Las negociaciones demoraron 6 años, siendo finalizadas en 1988, abriéndose a la firma ese mismo año[1]​.