La Guerra Civil de 1829-1830 se inició cuando el congreso eligió vicepresidente al candidato que había obtenido la tercera mayoría.
[3] El nuevo régimen se topaba con que la Constitución establecía un mecanismo de reforma muy especial: "Art.
Estos 36 convencionales debían ser elegidos por el Congreso Pleno, es decir la reunión conjunta de ambas cámaras.
Egaña presentó además un proyecto alternativo, que se conoce con el nombre de voto particular.
[9] La Constitución establecía un presidencialismo, donde el Poder Ejecutivo lo tenía un Presidente elegido por un colegio electoral cada 5 años.
El Poder Legislativo estaba entregado a un Congreso Nacional bicameral; es decir, un Senado (elegido también por colegio electoral) y una Cámara de Diputados (electa por votación directa).
Estas eran las llamadas "leyes periódicas", que permitieron al Congreso ir asumiendo paulatinamente mayor control sobre el gobierno.
Se consagra la independencia de los tribunales frente a otros poderes del estado, pero estableciendo solo reglas muy generales.
Asimismo, establecía como religión oficial la católica, con exclusión del ejercicio público de cualquiera otra.