De esta forma, las elites se aseguran una representación en el gobierno.
[2] Ejemplos clásicos de estado consociacional son India, Bélgica, los Países Bajos, Suiza y Bosnia-Herzegovina.
Países como Sudán, China, Indonesia, Rusia, España o Estados Unidos, aunque se constituyen como mosaicos pluriculturales, están sometidos por un régimen central de mayoría relativa.
Algunos países latinoamericanos, como México, Guatemala, Perú o Bolivia, son consociacionales en la medida que su diversidad cultural es representada democráticamente por sus respectivos sistemas políticos (véase Democracia).
Entre las principales características del estado consociacional, se hallan las siguientes: