Codependencia

El codependiente asume un rol arquetípico mesiánico que invade todas las áreas de su vida y suele olvidarse de sí mismo y sus necesidades gradualmente para centrarse en los problemas del otro (su pareja, un familiar, un amigo, una causa social, etc.).

Es muy común que en una relación el codependiente no pueda o le sea muy difícil poner límites y sencillamente todo lo perdone, a pesar de que la otra persona llegue a herirlo de manera deliberada.

[1]​ En muchos casos la codependencia puede llevar a la persona a tener que soportar situaciones indeseables como maltratos (físicos o psicológicos), acoso, humillaciones o simplemente tener que convivir con personas tóxicas y abusivas (y esto puede llegar al extremo de tratarse aun de familiares consanguíneos).

Generalmente se origina en la niñez (pero puede aparecer a cualquier edad), dentro de un ambiente familiar (o grupal) no sano.

Un codependiente debe superar esta enfermedad psicológica para poder ser libre de elegir con quien relacionarse y, más aún, poner límites.

Katz & Liu, en The Codependency Conspiracy: How to Break the Recovery Habit and Take Charge of Your Life, establecen que la co-dependencia está sobre-diagnosticada, y que mucha gente que podría ser auxiliada con tratamientos de más corto plazo, en cambio se vuelven dependientes de programas de autoayuda a largo plazo.