Las patas están bien desarrolladas y suelen adoptar una coloración marronosa o naranja, siendo más largas las traseras que las delanteras.
Todas ellas tienen fémures oscuros con pilosidad gris y tarsos criptopentámeros (apariencia de 4 artejos, pero formadas por 5).
Además, estas patas se encuentran cubiertas de sedas que permiten al animal adherirse a las superficies y limpiarse el cuerpo.
[4] Tienen un motivo amarillo-negro sobre las élitras y sobre el escudo cervical que da a este escarabajo el aspecto de una avispa.
Durante su fase adulta, al visitar flores, forman parte del grupo esencial de polinizadores, y además ayudan en la dispersión de ácaros, nemátodos, bacterias u hongos, importantes para el bienestar del ecosistema.
[6] Son insectos holometábolos, por lo que presentan cuatro estadios: huevo, larva, pupa y adulto.