Ese día el ciclón se desplazó hacia la división Ayeyarwady en su máxima intensidad,[3] y después de pasar por la ciudad de Rangún se debilitó gradualmente hasta alcanzar la frontera entre Birmania y Tailandia.
Con una dorsal al norte, el sistema se desplazaba lentamente en dirección norte-noroeste mientras mejoraban las bandas que lo envolvían.
[8][9] A las 0000 UTC del 28 de abril, el IMD actualizaba el sistema a tormenta ciclónica Nargis mientras se encontraba situado aproximadamente 550 km (340 millas) al este de Chennai, India.
[17][18] Posteriormente, el ciclón se volvía a desorganizar y debilitar a causa de la subsidencia y la presencia de aire más seco; como resultado, disminuía marcadamente la convección profunda cerca del centro.
Al mismo tiempo, la tormenta iniciaba un movimiento hacia el nordeste en torno a la periferia de una dorsal en su sudeste.
[24] Al mismo tiempo, el IMD evaluaba que Nargis había llegado a vientos máximos de 165 km/h (105 mph).
[32] Un oficial de las Naciones Unidas también comentadas sobre la situación, en el momento del acontecimiento.
Informaba de que "El delta del Irrawaddy había sido duramente golpeado no solo a causa del viento y lluvia sino también por la marejada ciclónica creada por la tormenta."
[33] Desde un primer momento, ante la magnitud del desastre, los ofrecimientos de ayuda a los damnificados llegaron desde todos los rincones del mundo, tanto de países afines al régimen militar que gobernaba Birmania como China,[34] a la práctica totalidad de los países occidentales con la Unión Europea y Estados Unidos a la cabeza.,[35] así como de la ONU que inmediatamente movilizó a todos sus organismos implicados en la respuesta a desastres naturales y que como primera medida, en una reunión que tuvo lugar en Bangkok trazaron un plan de acción cuya prioridad se fijó en intentar reabrir las carreteras bloqueadas para poder llegar a todas las áreas afectadas.
[36] No obstante, desde un primer momento toda esta movilización internacional para ayudar a las víctimas se encontró con el escollo de la Junta Militar birmana que desde el principio puso toda clase de trabas para que la misma pudiera llegar de forma fluida a las zonas afectadas.
[40] Ante esta situación, la Junta Militar se apresuró a asegurar que habían avisado a su población con tres días de anticipación difundiendo la información en los medios de comunicación locales.
Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial, organismo dependiente de las Naciones Unidas informó de que había sido imposible corroborar la información con fuentes independientes.
Al mismo tiempo, y pese a que las cifras oficiales de víctimas facilitadas por el gobierno birmano hablaban de unos 38 500 muertos y 27 838 desaparecidos, desde Cruz Roja internacional calculaban que el número total de muertos podía ascender a 128 000.