Su modo de vida tradicional, se ha basado en la caza y la recolección.
Algún chenchu se ha especializado en recoger los frutos proporcionados por el bosque para la venta a la población no-tribal, pero no es lo general.
Los chenchus han respondido con poco entusiasmo a los esfuerzos del Gobierno para que aumenten los cultivos.
Generalmente la relación de los chenchu con la gente no-tribal ha sido en gran parte simbiótica.
A los pastores nómadas de Banjara que llevan sus ganados a pastar en el bosque también se les ha asignado parte de sus tierras.