[1] Recibió lecciones de Latín del reverendo Jasper Wilson, el cual también le enseñó tiro.Sin embargo, este plan se interrumpió cuando visitó el Museo Británico para identificar algunas monedas.Poco tiempo después, Currelly se mudó al hogar de Petrie donde aprendió como empacar objetos arqueológicos.Poco después - y bajo la supervisión del propio Walker -, comenzó la planificación para la fundación de un museo provincial.Durante el año 1911, comenzó a trabajar en los sótanos del primer edificio que tuvo el museo, el cual todavía se encontraba en construcción.Cuando finalmente se retiró, en 1946, el Museo renombró el viejo Armour Court como galería Currelly,[5] (nombre que conserva hasta la actualidad) y le encargó a la artista Sylvia Hahn la realización de cuatro murales para esa misma sala con temas medievales.Antes de morir, Currelly escribió una autobiografía titulada I Brought the Ages Home.Estando en Florida, durante unas vacaciones de invierno, Currelly enfermó y debió ser trasladado al Johns Hopkins Hospital en Baltimore.
Detalle de otro de los murales; Currelly, segundo desde la derecha
Busto de Currelly en bronce. Sala de lectura en el ROM.
Perfil de Currelly en bronce y Fundido en yeso. Sala de lectura en el ROM.