[1] En el sistema legal de Estados Unidos, el Tribunal Supremo en 1873, en el caso Taylor vs.
El cazarrecompensas cobra parte de la fianza inicialmente pagada por el fugitivo.
Así, en la mayoría de los estados pueden entrar en la propiedad privada del fugitivo sin orden judicial para realizar el arresto.
En algunos estados no se le exige ningún entrenamiento ni estar en posesión de ninguna licencia, siendo solo necesario un documento expedido por el fiador, como que actúa en su nombre.
Así, los fugitivos procuran evadirse a estados donde los derechos de los cazarrecompensas están más limitados para actuar.