El templo fue construido en el siglo XVI tener las funciones de un convento.
[2] En 1764, con el traslado de la sede de la diócesis de Braganza a Miranda do Douro, el edificio se convirtió en la catedral diocesana.
Con la inauguración de la nueva catedral en 2001, el templo se convirtió en una iglesia parroquial.
[3] El templo está dedicado al Santo Nombre de Jesús y San Juan Bautista.
El edificio está clasificado como "monumento de interés público" por la Dirección General de Patrimonio Cultural.