La construcción se realizó en el siglo XIX, aunque anteriormente habían existido otras estructuras como el mismo carácter militar en ese emplazamiento.
El Desnarigado escapó junto a otros esclavos y llegaron hasta la Ceuta portuguesa.
El castillo estuvo en activo hasta principios del siglo XX cuando fue progresivamente abandonado.
Se decidiría posteriormente su rehabilitación y transformación en un museo militar.
Desde entonces recoge diversos objetos militares relacionados con la historia de Ceuta.