Castillo de Alcobaza

Ocupa una posición dominante al noroeste sobre la población, en la margen izquierda del río Baça.

Sancho I de Portugal (1185-1211) reconquistó la villa y sus tierras, devolviéndolas a los monjes cistercienses.

Con la paz en estas zonas, los monjes se dedicaron a la viticultura y la enología, convirtiéndose en los siglos siguientes en un referente gastronómico internacional.

Un poco más tarde, el abad D. Frei Gonçalo Ferreira reconstruyó la Torre del Homenaje (1450).

En esta etapa, la torre destacada al este fue utilizada como prisión, función que cumpliría hasta el terremoto de 1755, cuando se derrumbó.