Desde muy pequeño tuvo un acercamiento a la música por parte de su padre, el compositor palentino, Claudio Prieto.
Pronto comenzó a asistir al conservatorio para mejorar su técnica con el violín.
De niño solía visitar a sus abuelos en Palencia, quienes trabajaban en el campo, y les ayudaba a trabajar la tierra.
En ocasiones aprovechaba llevándose su violín y libro de solfeo para estudiar mientras cuidaba a las vacas mientras estas pastaban.
En su adolescencia, en el colegio, conoce a quien sería su compañero de banda por muchos años, Txus di Fellatio.