Carlos Colombino
Su infancia fue algo desordenada puesto que su familia se encontraba en busca constante de un hogar, cuando finalmente en 1947 después de una pesquisa ardua encontraron un lugar en Asunción que; en ese entonces estaba en guerra civil, donde él vive la experiencia de los desastres que puede producir una guerra.En 1950 se construye la vivienda familiar en el Barrio Pinozá de Asunción.Ingresó en el Colegio Nacional de la Capital, donde cursa toda la secundaria.La xilopintura es una técnica que consiste en tallar la matriz del xilograbado pero abstenerse de copiar.Esta matriz es tratada no como medio para luego estampar el papel sino como la obra en sí misma.Las láminas de madera son talladas en varias capas, teñidas con óleos en colores que subrayan los tonos propios del material.Entre las más importantes se encuentra un alegato contra la dictadura del Alfredo Stroessner.En este periodo las xilopinturas de Colombino se vuelcan a la denuncia política y la crítica social.Por eso creaba imágenes de seres encajonados, embutidos en estructuras más o menos geométricas, generalmente sin boca.Colombino concretó en 1990 una obra de grandes dimensiones titulada "La próxima cena", como “reflexión sobre el canibalismo político desatado en la transición”.Tiene en su haber varios poemarios y novelas firmadas bajo el seudónimo "Esteban Cabañas".Creó la Fundación Carlos Colombino Lailla que, entre otras iniciativas, fomentó la creación del Museo de Oro y Plata del Paraguay, además del Casa Museo Cabañas en Caapucú y el Museo de Arte Contemporáneo de Concepción y Norte.Posteriormente realizó una muestra en conjunto con la artista plástica paraguaya Olga Blinder en la Ciudad de Buenos Aires, donde conoció al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, quien se encontraba en el exilio y estrechó amistad con él.Realizó varias exposiciones individuales en Madrid, Washington, Buenos Aires, París, Santiago de Chile, São Paulo, Lima, Montevideo, Cuenca, La Habana y las ciudades estadounidense Lawrence y Chicago.Algunas de sus obras fueron expuestas durante las jornadas por la democracia en Paraguay, realizadas en Madrid, en 1987.Ganó en Montevideo el premio de pintura en la I Bienal del Mercosur.Como arquitecto y como xilopintor lega una extensa muestra de su arte, en el que se revela a la evidencia ese toque genial que solo acompaña a los verdaderamente grandes: la inequívoca identificación del autor, en cualquiera de sus obras, puesta al alcance del lego que las contempla.Porque la producción del maestro paraguayo es tan personalísimamente inconfundible en la resolución estética de sus proyectos de arquitectura como discernible, por el sello tan característico que supo imprimirles, en sus trabajos sobre la madera.Nadie como él ha sabido en nuestros días volcar al mismo tiempo sobre ese soporte inerte y humilde la nobleza de un arte tan depurado y el vigoroso manifiesto de la denuncia Pero el artista plástico acertó también en su tránsito por muy diversas expresiones literarias, en las que dejó igualmente traza de su espíritu crítico, nunca complaciente y a veces demoledor.Fue Colombino, espíritu inquieto e inconformista, la antítesis del intelectual pesebrista, acopladizo y complaciente.Para reservarse el derecho permanente de censurar en otros lo que en sí mismo jamás hubiera admitido, fue un fervoroso militante del pensamiento libre y del compromiso inclaudicable con las causas que consideró justas.