Como todas las especies de Carlina, es semejante a los cardos, con tallo erecto y hojas lobuladas con espinas y capítulos terminales rodeadas por brácteas espinosas similares a las hojas caulinares e involucrales, salvo las más internas parecidas a ligulas y de color amarillo dorado.
El receptáculo, algo cóncavo, tiene páleas (brácteas axilares de los flósculos) acanaladas laceradas.
[1] Carlina corymbosa fue descrita por Carolus Linnaeus y publicado en Species Plantarum, vol.
Más tarde, la leyenda cambió a Carlomagno por Carlos I de España.
[3] Está última interpretación sería la que sirvió de base a Linneo para nombrar al género.