La Capilla de San Pablo (en inglés: St.
Fue concluida en 1766 y es el edificio religioso más antiguo en Manhattan, y el único templo de la época colonial inglesa que se conserva en la ciudad.
No se ha documentado fehacientemente qué arquitecto trazó la obra.
Tradicionalmente se ha atribuido a Francis McBean, aunque últimamente se ha propuesto el nombre de Peter Harrison.
Se la conoce como "la capillita que no cayó" debido a que no sufrió ningún daño significativo, ni en sus vidrieras, durante los atentados del 11-S a pesar de su cercanía al World Trade Centre.