Abootman y sus asistentes aparecen antes en una asamblea de líderes mundiales anunciando su huelga.
Los delegados de los otros países están confundidos sobre qué exactamente quiere Canadá.
Mientras tanto, Kyle mira a su hermano Ike que está fuera de la casa, apoyando la huelga.
Cuando están en el teléfono, Kyle acepta que Canadá merece más dinero, pero no tienen de dónde darles.
Abootman intenta actuar como si fuese una victoria para Canadá, pero Terrance y Phillip se dan cuenta de que los $3.000 que costaron los chicles y los cupones eran poco comparados a los $10.4 millones perdidos por la huelga.