En esta edición hubo dos clasificados directos, la selección de México por ser la campeona defensora y la de Honduras por ser la anfitriona.
Guatemala se adjudicó el campeonato, en lo que hasta hoy es su único título de Concacaf, siendo dirigida por el técnico uruguayo Rubén Amorín.
8 equipos fueron divididos en 2 grupos de 5 selecciones (zona del Caribe) y 3 selecciones (zona de Centroamérica), los primeros dos lugares de cada grupo clasificaron al torneo.
Este torneo marcó el debut de Trinidad y Tobago en los campeonatos Concacaf.
Los demás países participantes fueron Guatemala, Haití, Honduras, México y Nicaragua.