Trabajaron durante la primera mitad del siglo XIV, antes de la Peste Negra.
Usando un lenguaje cinemático y simplificado, este teorema establece que un cuerpo en movimiento uniformemente acelerado recorre, en un determinado intervalo de tiempo, el mismo espacio que sería recorrido por un cuerpo que se desplazara con velocidad constante e igual a la velocidad media del primero.
El físico e historiador científico Clifford Truesdell, escribió:[1] Los desarrollos científicos ocurridos en la Edad Media fueron ampliamente ignorados por los historiadores hasta el inicio del siglo XX.
Prácticamente nada de la producción filosófica y científica de ese periodo dorado de la escolástica había sido traducido a las lenguas modernas, ya que los documentos solían estar escritos en un latín antiguo y con muchas abreviaturas que dificultaban su comprensión.
Además de eso, los prejuicios contra el periodo medieval no proporcionaban muchos estímulos a la investigación sobre la intelectualidad del mismo.