De 1983 a 1986 tuvo los mejores números ofensivos para un parador en corto.
Después de esos primeros años sus números al bate decayeron, a pesar de que su trabajo en el campo fue siempre notable (apenas 3 errores en 1990).
Ya para 1995 la expectativa de alcanzar y dejar atrás el récord histórico de Lou Gehrig era grande, este hito le haría un gran bien al deporte para recuperar las glorias individuales.
Cuando al quinto inning su marca ya fue oficial, Ripken corrió alrededor del Camdem Yards en medio de una ovación espectacular y una teleaudiencia enorme a todo lo largo y lo ancho de los Estados Unidos.
El número que ocupó en su camiseta (8) fue retirado ese mismo año.