Euronext Paris

Oficialmente, los agentes de bolsa no podían contratar acciones por sí mismos, eran estrictamente intermediarios.

Oficialmente, los agentes de cambio no podían operar por cuenta propia, ni siquiera ser contraparte de alguien que quisiera comprar o vender valores con su ayuda; eran estrictamente corredores, es decir, intermediarios y podían percibir una comisión, a un tipo fijado por ley, por actuar como tales intermediarios.

[6]​ Además, hasta mediados del siglo XX, aproximadamente, funcionó un mercado paralelo conocido como «La Coulisse».

El Palais Brongniart albergó las bolsas francesas de derivados financieros MATIF y MONEP, hasta su completa automatización en 1998.

[8]​ Al año siguiente, la SBF fue uno de los principales participantes en la fusión que dio lugar a Euronext.