Fue establecida a finales del año 1987 y se encarga de proporcionar el lugar, la infraestructura, los servicios y las regulaciones para que los agentes de bolsa realicen operaciones bursátiles de manera efectiva y centralizada en el mercado guatemalteco.
[2] A pesar de contar con la autorización legal, la Bolsa de Valores Nacional no comercializó acciones preferentes durante cinco años, debido al poco interés del sector empresarial.
[3] Sin embargo, en agosto de 2011, cuatro empresas locales volvieron a lanzar acciones preferentes por un monto combinado de GTQ39.5 millones.
Dicha ley además crea el Registro de Valores y Mercancías, quien se encarga de la vigilancia, control y regulación de las actividades extrabursátiles, coordinar la supervisión e inscripción de las bolsas de valores, así como proporcionar al público en general toda la información generada en los mercados.
[4] Sin embargo, se les permitió a las bolsas de valores tener sus propios reglamentos, por lo cual su actividad se volvió prácticamente autoregulable por los dirigentes de las bolsas, con ciertas regulaciones enmarcadas en la ley.