La junta directiva está deseando despedirlo, pero no puede hacerlo porque el presidente (John Mills) le tiene afecto y lo impide.
El cuadro ha sido recientemente adquirido por la Galería Gierson por 50 millones de dólares gracias a una donación del general Newton (Burt Reynolds).
Finalmente llega el día en que llega el cuadro a la galería, y los peores temores de David se confirman cuando Bean destroza el cuadro por accidente al estornudar encima y tratar de limpiarlo con un producto que no solo limpia la mancha sino que también borra la cara del retrato, dejando un espacio en blanco en medio del cuadro.
En ese momento llega el teniente Brutus (Richard Gant), con el que Bean ha tenido varios encuentros anteriores, y David cree que viene a detenerle porque ha sido descubierta la manipulación de la pintura.
De camino al hospital, Brutus se detiene para enfrentarse a un atracador y sufre un disparo.
En el hospital, David se encuentra con Alison mientras Bean es confundido con un médico e introducido al quirófano donde está Brutus.
Bean pasa unos días más con la familia Langley y conociendo la ciudad, hasta el día de su marcha.