En el siglo XIII se unió este linaje con el vecino de Peratallada, de la baronía del mismo nombre, trasladando la capital de sus feudos a dicha villa de Peratallada y pasando a señorear buena parte de la comarca, ya que agregaron Canapost, Peralta, Bagur, Esclañá y Regencós.
En Cataluña, a los señores feudales con importantes dominios y especial poder, se les denominaba barones, aunque las baronías no apareciaran como "títulos nobiliarios" hasta el siglo XIV con alguna excepción.
A sus dominios se les denominaban baronías.
Los barones catalanes anteriores al siglo XIV eran los "Grandes".
La baronía de Cruïlles fue confirmada por Juan II de Aragón en 1468 y por Alfonso XIII en 1924 como Título del Reino.