Barbarella (película)

Según los títulos de crédito, el vestuario de Jane Fonda fue diseñado por Jacques Fonteray y confeccionado por Sartoria Farani, con excepción del traje verde en la escena final que fuera diseñado por Paco Rabanne.

Es rescatada por un habitante de SoGo (la ciudad del mal), Mark Hand (Ugo Tognazzi), un ermitaño que deambula por el hielo buscando niños errantes.

Le dice a Hand que en la Tierra solo las personas pobres, que no tienen dinero para psicocardiogramas o píldoras, participan en actividades tan primitivas, distrayentes e ineficientes, pues otras actividades brindan exitosamente apoyo al ego y autoestima.

Barbarella abandona el planeta y se estrella nuevamente en un laberinto habitado por desterrados de Sogo.

Conoce allí al ángel ciego Pygar (John Phillip Law), que ha perdido la voluntad de volar.

Pygar la presenta con el Profesor Ping (Marcel Marceau), quien se ofrece a reparar su nave.

Pygar tiene que pasar por una falsa crucifixión y Barbarella es puesta en una jaula, donde cientos de pájaros se preparan para atacarla.

Durand quiere convertirse en el nuevo líder de Sogo y derrocar a la Reina Negra, para lo que necesita su rayo positrónico y el acceso a la cámara de los sueños.

Barbarella se encuentra con la Reina, quien le dice que si hay dos personas en la cámara, el Mathmos las devorará.

Durand se hace con el control de Sogo, mientras Dildano y sus rebeldes comienzan su ataque a la ciudad.

Planeaba filmar Diabolik, un largometraje menos costoso, para ayudar a cubrir los costos de producción.

[3]​ Vadim veía a la película como una oportunidad de «representar una nueva moral futurista... Barbarella [no] se siente culpable por su cuerpo.

[7]​ Southern dijo posteriormente: «Vadim no estaba particularmente interesado en el guion, pero era un tipo muy divertido, con un ojo perspicaz para lo erótico, lo grotesco y lo absurdo.

[7]​ Entre los guionistas acreditados se encontraban Claude Brulé, Vittorio Bonicelli, Clement Biddle Wood, Brian Degas, Tudor Gates y Forest;[9]​ Degas y Gates fueron contratados por De Lautentiis después de quedar impresionado con su trabajo en Diabolik.

[13]​ Fonda le recomendó personalmente a Vadim contratar a John Phillip Law como Pygar, tras su trabajo en Hurry Sundown; durante su estancia en Roma, el actor vivió con Fonda, Vadim y Forest en su hacienda alquilada en la Vía Apia.

[16]​ Comparando a Ping con su personaje teatral Bip el payaso y Harpo Marx, dijo que no «olvidaba las líneas, pero me cuesta organizarlas.

Va del cerebro a las cuerdas vocales, y no directamente al cuerpo».

Vi todos los dailies (las escenas diarias sin editar), una cantidad increíble de cinta.

[19]​ En otras escenas se colgó a Fonda boca abajo en una enorme cuba de aceite y hielo seco, y se le despellejó el estómago cuando fue lanzada por un tubo de plástico.

[24]​ La banda sonora de la película, realizada por los compositores-productores Bob Crewe y Charles Fox,[25]​ ha sido descrita como lounge o exótica.

En su autobiografía, reflexionó sobre la banda sonora, diciendo que «claramente necesitaba tener un enfoque divertido y futurista, con sensibilidad musical de los años sesenta».

[32]​ Lohman sugirió que el humor de la película consistía «no [en] chistes, sino una agotada paliza sádica».

[29]​ Según Price, «hay una verdadera fascinación en su idea básica, que es una feliz creencia en la supervivencia de la sexualidad...

[33]​ La crítica de Bates concluía: «En el año en que Stanley Kubrick y Franklin Schaffner elevaron por fin la película de ciencia-ficción más allá del abismo del espectáculo infantil, Roger Vadim la ha vuelto a derribar».

Club, «Mario Garbuglia no deja de lanzarle a la heroína imágenes ingeniosas y decorados extraordinarios», pero «el viaje en sí mismo es una pesadez implacable».

[35]​ Taylor señaló la falta de «ímpetu argumental», sugiriendo que Vadim puede haber estado «preocupado por los efectos especiales, aunque son [y fueron] bastante cursis».

[36]​ David Kehr, del Chicago Reader, consideró que la película era «fea» en varios niveles, especialmente en sus «valores humanos».

[45]​ Según Los Angeles Times, Barbarella puede parecer «pintoresca» para el público moderno, pero su «imaginería ha resonado durante años en la cultura pop».

Lembcke escribe que los sitios web se centran en el personaje de Barbarella.

[52]​ El grupo lanzó posteriormente una película/concierto, Arena (An Absurd Notion), con Milo O'Shea retomando su papel en Barbarella.

Roger Vadim y Jane Fonda en Roma en 1967 durante el rodaje de la película.
Una mujer haciendo cosplay de Barbarella. El escritor Jerry Lembcke ha señalado que la popularidad de Barbarella iba más allá de la comunidad de cinéfilos. [ 42 ]