La discusión se enzarzó y los Manzano mataron al hijo de María; temiendo la venganza del hermano mayor, lo esperaron escondidos, le dieron muerte también y huyeron de la ciudad.
Estos hechos la hicieron acreedora del sobrenombre de Doña María la Brava.
Uno era el bando de Santo Tomé, que encabezaban los Enríquez y, por tanto, María la Brava.
El bando contrario era el de San Benito (la iglesia que le dio nombre aun existe).
Estos enfrentamientos se prolongaron durante más de una década desde el episodio protagonizado por los Manzano y los Enríquez.