El término también es una metáfora de una solución simple, aparentemente mágica, para un problema difícil: por ejemplo, la penicilina fue una bala de plata que curó muchas infecciones bacterianas.
La plata es un metal considerado durante mucho tiempo como poseedor de propiedades místicas, debido a su rareza en estado natural.
[1] Fue utilizada por diversas culturas de la antigüedad como la griega, la romana, la sumeria, la babilonia, y la egipcia.
En algunas canciones épicas sobre el líder búlgaro Delyo, se glorifica su inmunidad a cualquier espada y arma ordinaria, por lo cual sus enemigos fabricaron una bala de plata para asesinarlo.
[2] La utilización de semejante metal provocaría además el envenenamiento por mercurio debido a su elevada toxicidad.