En este puesto asumió la responsabilidad principal de componer nuevas obras, concretamente cantatas para la Schlosskirche (iglesia del palacio), con una periodicidad mensual.
[1][2] Teniendo en cuenta la rica orquestación de tres grupos instrumentales y un coro a cinco voces, John Eliot Gardiner sugiere que la cantata no fue interpretada en la pequeña Schloßkirche de la corte, sino en la iglesia de ciudad San Pedro y San Pablo, donde la familia ducal evidentemente acudía a veces a los servicios.
[2][9] Las lecturas establecidas para ese día eran de la primera epístola a los corintios, "Cristo es nuestro cordero pascual" (1 Corintios 5:6-8), y del evangelio según San Marcos, la resurrección de Jesús (Marcos 16:1-8).
El aria, marcada como Molto adagio, alaba a Jesús como "Príncipe de la vida" y "fuerte luchador".
[9] El himno es un "coral de lecho mortuorio", escrito para un coro a cuatro voces coronado por la elevada trompeta y primer violín.