Mientras el edificio fue utilizado como pósito, existió una rampa en el patio que permitía a los carros de tracción animal ascender a la segunda planta, donde se almacenaban los cereales en el lugar en que actualmente se alzan las oficinas del piso superior.
En el siglo XIX las dos salas situadas frente a la cocina se utilizaron como despacho de la alcaldía y la habitación que ocupaba el alcaide, como juzgado municipal.
Esta habitación es la primera que uno encuentra cuando entra en el edificio y se halla en el lado derecho.
En el siglo XIX también se construyó el Salón de Sesiones, que sigue desempeñando la misma función en la actualidad, en el terreno que era patio del edificio y pósito viejo.
En 1957 se modificó todo el contorno del patio, al ser levantado un pórtico que le dio una nueva fisonomía.