Auberon Herbert

[1]​ El gobierno, sostuvo Auberon Herbert, no debe iniciar la fuerza, sino que siempre debe estar "estrictamente limitado a su legítimo derecho de defender la auto-propiedad y los derechos individuales", y que se para ser coherente en no iniciar la fuerza que debe mantenerse sólo a través de "impuestos voluntarios".

"[2]​ Herbert recomienda un "organismo central" para defender la libertad y la propiedad que esté financiado por un "impuesto voluntario", llamándolo "gobierno".

[4]​ Según Eric Mack, Herbert consideró que las personas que "como Tucker, están a favor de la libre creación de asociaciones defensivas e instituciones jurídicas simplemente cometen un error verbal en llamarse a sí mismos "anarquistas".

"[5]​ Mack dice "Herbert también ha sido considerado un anarquista por importantes y razonablemente bien informados críticos como J.A.

Ellos "creen en un gobierno nacional, apoyado voluntariamente... confiado con la fuerza sólo para la protección de la persona y la propiedad."

Según Chris Tame, "Él se negó a aceptar la etiqueta de «anarquista», en gran parte debido a una decisión semántica en la cual calificó al uso defensivo de la fuerza (que, naturalmente, aceptó) como "gobierno".

[10]​ La principal revista anarcocomunista de la época señaló que los "Auberon Herbertites en Inglaterra son denominados a veces Anarquistas por extraños, pero están dispuestos al compromiso con la inequidad del gobierno de mantener la propiedad privada.

En un artículo llamado "Private Property and Freedom", Yarros sostuvo que Herbert "cree en permitir a las personas mantener todas sus posesiones, no importa cuán injustamente sea adquirida" como el robo y la usurpación pasada.

El anarquista comunista Piotr Kropotkin se hizo eco de Yarros y argumentó que el "individualismo moderno iniciado por Herbert Spencer es ... una poderosa acusación en contra de los peligros y errores del gobierno, pero su solución práctica del problema social es miserable - así de miserable que nos lleva a preguntar si el hablar de «no fuerza» será simplemente una excusa para apoyar a la dominación terrateniente y capitalista.

Taylor señala que "de todos los puntos planteados por Hobson ... este argumento fue el más eficaz, y Herbert no pudo proporcionar una respuesta satisfactoria ".