Además, coincidió con la conclusión de una visita del presidente Xi Jinping a la región.
[4] La policía bloqueó todos los accesos a la estación en el período inmediatamente posterior al ataque.
[2] El atentado tuvo lugar en una región donde predominan los musulmanes uigur, un grupo étnico que reclama una mayor autonomía del territorio de Sinkiang.
[5] El día anterior se había comprometido a tomar una «línea dura contra el terrorismo» y la violencia atribuidos a separatistas musulmanes uigures, que se cobraron la vida de al menos 100 personas en el último año.
[3] El presidente pidió a los funcionarios gubernamentales de la región hacer todo lo posible para garantizar que los heridos fuesen atendidos, el delito investigado y sus autores castigados severamente.