Crece en suelos arenosos, arcillosos o rocoso-calcáreos y aprecia mucho la luz solar.
La deforestación debido a la colonización europea puede haber ampliado la gama y la densidad de la especie.
Estas especies son de colores llamativos: negro y rojo o negro y naranja anunciando su toxicidad a los depredadores que aprenden a evitar los insectos de tales colores, un fenómeno llamado aposematismo.
Tanto la fibra como la seda han sido usadas históricamente por los indígenas americanos para cordeles y textiles.
En cambio la seda puede usarse para relleno de colchones o almohadas y tiene potencial comercial.
También la corteza interior de los tallos tiene potencial comercial como fibra y se está estudiando su posible uso.
Es venenosa, sobre todo el jugo lechoso que contiene el heterósido asclepiadina en medicina popular.