Cada una de las regiones que forman España guardan una variada cultura artesanal propia transmitida entre generaciones a lo largo del tiempo, dando así lugar a una gran variedad de oficios y productos del país que son reconocidos con rango internacional.
[7] La artesanía tradicional cántabra está basada tradicionalmente en la madera como principal materia prima, porque durante siglos los lugareños acostumbraban a elaborar únicamente lo necesario de manera idéntica a como se hacía en otros pueblos del norte peninsular.
[8] Destacaron también los herreros, que fabricaban todo tipo de herramientas y enseres para el uso cotidiano.
Finalmente es interesante conocer que la cantería es una profesión fuertemente arraigada aunque últimamente están desapareciendo muchos talleres de esta especialidad, dedicándose los pocos restantes a la reparación de viejas viviendas típicas cántabras.
[9] El País Vasco se caracteriza por una poseer una rica cultura artesanal fundamentada en la piedra, madera, cuero y el hierro.
Con larga tradición en la producción tanto alfarera, la cual tiene como icono a las tinajas cervantinas; como cuchillera, con su máximo exponente en la provincia de Albacete.
Esta producción es conocida en el mundo por ser un referente en la elaboración de cuchillos y navajas artesanales.
[13] Destaca asimismo por los trabajos textiles, en especial los bordados, el encaje de bolillos y el esparto.