El resultado fue una parálisis parcial del cuerpo y una grave erupción facial que a punto estuvo de costarle la vida.
De los treinta reclusos que iniciaron el experimento tan solo sobrevivieron siete.
Fue puesto en libertad bajo dudosas circunstancias y trabajó como ginecólogo en Baden-Baden hasta su desaparición en 1962.
[11] Huyó cuando un informador le dijo que la policía austríaca lo investigaba por crímenes de guerra.
Paraguay,[11][12] Egipto y Brasil, para luego posiblemente volver a España de nuevo hasta 2005.
Efraim Zuroff, del Centro Wiesenthal, ha iniciado una búsqueda activa de su paradero.
Ya a finales de 2005, la policía española determinó su posible ubicación en Palafrugell.
Dentro de esos días, sin embargo, los informes más recientes sugirieron que había eludido con éxito la captura y se había trasladado ya sea a otra parte de España o bien a Dinamarca.
Heim, presuntamente, se trasladó a España tras huir de Paysandú, Uruguay, cuando fue localizado allí por el Mossad israelí.
Los investigadores alemanes, junto con el Centro Simon Wiesenthal, descubrieron sus cuentas bancarias secretas en Berlín a comienzos del decenio de 2000.
[24] Los periodistas que investigaban su caso encontraron un certificado de defunción egipcio y confirmaron su autenticidad.
Durante una entrevista en la villa familiar en Baden-Baden, Heim, de 53 años, admitió públicamente que había estado con su padre en Egipto cuando murió.