Cuento épico basado esencialmente en la vida del tío de Kazan, en el que aparecen actores casi desconocidos y donde el argumento se centra casi exclusivamente en el personaje interpretado por Stathis Giallelis, que tenía 22 años en la época del rodaje, y que aparece prácticamente en cada escena de la película de casi tres horas de duración.
Su odisea comienza con un largo viaje a la capital, donde pasa por decenas de pueblos empobrecidos por la mala situación del país.
Los familiares, apenados por su situación, le permiten quedarse en casa y Stavros, completamente decepcionado de todo sueño americano, acepta casarse con la hija del poderoso mercader.
Poco después, Stavros se reencuentra con Hohannes (Gregory Rozakis), un joven armenio al que conoció en su pueblo, con el que el protagonista comienza un viaje a Estambul.
Cuando todo parece perdido, Hohannes, que ha contraído la tuberculosis, se suicida y permite que Stavros se haga pasar por él en el control de inmigración.