Desde su debut en 1985, ha realizado más de 200 conciertos y recitales en 26 países (Francia, Holanda, Japón).
Desde que regresó a su país natal, después de haber estudiado en Suiza con Tibor Varga y en los EE.
UU. Con Eduard Schmieder, Alexander emprendió la misión de demostrar que la música clásica es una ventana a la armonía entre las personas, un mundo abierto a todos, y que todos tienen la oportunidad de explorarla.
[1] Después de una carrera más que fructífera en Europa y el mundo, llena de éxitos en salas como Théâtre des Champs Elysees - París, Carnegie Hall - Nueva York o Metropolitan Arts Center - Tokio, apareciendo con directores como Valery Gergiev, Kurt Masur o Christoph Eschenbach, Alexander regresó a Rumania, donde se comprometió a organizar giras musicales nacionales clásicas, realizadas exclusivamente con fondos privados.
Su nombre en un póster es suficiente para vender todas las entradas, días antes del evento.