Las alarmas autollamadoras tienen un transmisor accionado por un pulsador, que se lleva puesto para caso de necesitar ayuda sea cual sea el lugar de la casa donde la persona que lo necesita se encuentre.
Estos transmisores portátiles envían una señal a la unidad de alarma.
Una vez que se ha presionado el botón, la unidad de alarma contactará automáticamente con un familiar o amigo o con un centro de control especial.
La mayoría de los sistemas de alarma permiten a la persona que contesta a la llamada el oír y hablar con el llamante, aunque esto no es imprescindible cuando ha saltado la alarma mediante la pulsación del botón.
El operador tratará generalmente de hablar con el llamante, principalmente mediante un canal de intercomunicación que se ha abierto cuando se ha activado la alarma y si el llamante necesita ayuda, o si el operador no obtiene respuesta, enviará una persona ( personal sanitario, bomberos, etc.. ) que realice una visita.