Ad gentes
El título del documento Ad Gentes Divinitus significa en latín: «Para las gentes» y proviene de las primeras palabras del mismo decreto "AD GENTES DIVINITUS missa ut sit «universale salutis sacramentum»".[1] Fue aprobado con 2394 votos a favor y 5 en contra por los obispos reunidos en Concilio, fue promulgado por el papa Pablo VI el 7 de diciembre de 1965.[2] Según el padre Jesús Castellano Cervera:El Decreto contiene la afirmación de que la misión de la Iglesia pertenece a todos y no solo a las organizaciones religiosas, es decir, de todos los bautizados.El Decreto también fundamenta la misión de la Iglesia no en una línea vertical de autoridad, sino más bien en la iniciativa amorosa del Padre quien envía a su Hijo y Espíritu al mundo para que la humanidad participe en la vida divina.