En el ámbito del derecho se conoce como actor a una persona física o de existencia ideal que forma parte de un conflicto.
Un actor tiene tres características principales que lo definen: conciencia del conflicto, metas y poder.
En primer lugar se distingue a los actores físicos o individuales y los colectivos.
Esto define la frontera del actor, que puede ser amplia o reducida, y el trasvasamiento del conflicto que puede tener lugar dentro de él.
Sin embargo, el derecho estudia sólo 5 de esos casos: las situaciones no conflictivas en las cuales ninguno de los actores cree que hay conflicto son habitualmente despreciadas.