Ánima lisa

Las primeras armas de fuego tenían el interior del cañón liso, y los proyectiles eran disparados sin un giro significativo.Estos proyectiles debían ser de formas estables, tales como flechas o esferas aletadas, para evitar que el vuelo fuera demasiado corto por su inestabilidad.Sin embargo, las balas esféricas tienden a rotar aleatoriamente durante el vuelo, con la consecuencia de que incluso una esfera relativamente lisa tuviera un vuelo corto al rotar en cualquier eje no paralelo a la dirección del trayecto.Mientras que esto puede ser aceptable en alcances cercanos, no es deseable en alcances más largos, donde un patrón concentrado y constante es necesario para maximizar la probabilidad de impactar al blanco.Para penetrar la gruesa armadura de los vehículos acorazados modernos, se necesita un proyectil muy largo, fino y con alta energía cinética.
Un mortero L16 de 81 mm de ánima lisa.
Cañones de ánima lisa.