En el Reino Unido, el programa Shopwatch [1] es una asociación en la que los minoristas se unen como un grupo independiente [2] para prevenir los robos en los establecimientos minoristas. La organización Shopwatch trabaja en estrecha colaboración con las autoridades locales y tiene como objetivo reducir los delitos y el comportamiento antisocial en los comercios minoristas y ayudar a que las zonas comerciales sean más seguras para los clientes y el personal. Las fuerzas del orden apoyan a Shopwatch, ya que trabaja en conjunto con las campañas de seguridad pública y las iniciativas de reducción de los delitos en los comercios minoristas. [3]
Los programas Shopwatch funcionan dentro de los límites de las ciudades, [4] pueblos y aldeas de todo el Reino Unido. Los clientes de un establecimiento minorista que implementa un programa Shopwatch son informados sobre el programa Shopwatch en funcionamiento mediante el uso de medios publicitarios como carteles, pósteres y pegatinas para ventanas.
Los programas de vigilancia de tiendas varían en tamaño y están dirigidos por un coordinador y se reúnen como grupo de forma regular para analizar los problemas que han ocurrido en los establecimientos minoristas o cerca de ellos. Aunque los programas de vigilancia de tiendas cuentan con el apoyo de la policía, que puede ofrecer ayuda y asesoramiento, hay que reconocer que el programa no está dirigido por la policía. Los minoristas que deseen establecer un nuevo programa de vigilancia de tiendas deben ponerse en contacto con la fuerza policial local.
Los programas de vigilancia de tiendas pueden tomar medidas contra las personas que hurtan en establecimientos minoristas. Esta medida puede adoptar la forma de una prohibición. [8] El grupo no tolerará conductas como el abuso verbal, la violencia o el robo. En las reuniones se convoca a una votación para determinar las medidas que se tomarán contra estas personas. Las medidas adoptadas suelen ir desde el procesamiento legal hasta las "órdenes de prohibición" en las que se prohíbe a la persona, durante un período de tiempo determinado, entrar en ninguna de las zonas y centros comerciales que contienen los establecimientos minoristas operados por los miembros del grupo de vigilancia de tiendas.
La eficacia de la iniciativa Shopwatch depende principalmente de una buena comunicación y una distribución eficaz de la información. La forma preferida de comunicación es mediante radios bidireccionales que están a disposición de cada miembro. A través de estas radios se puede contactar directamente a la policía. Las personas que son objeto de órdenes de prohibición son identificadas mediante fotografías que se difunden después de que se toman medidas contra ellas. Normalmente, las fotografías son difundidas manualmente por los agentes de policía, pero los programas están utilizando cada vez más la difusión digital, incluidos los mensajes de texto por teléfono móvil [9], para mejorar la eficiencia.