Como resultado de este diagnóstico, a Corll se le ordenó evitar la educación física en la escuela.
UU. Después del divorcio, para que sus hijos pudieran mantener contacto con su padre.
No obstante, le echaron del cuerpo militar al descubrirse la homosexualidad de Dean.
En su confesión dada casi dos años más tarde, Henley dijo a los detectives que Brooks lo engañó para ir con Corll prometiéndole que podría participar en "un negocio donde podría hacer algún dinero."
Después de aproximadamente dos horas, Henley, Kerley y Williams se desmayaron.
Corll entonces le entregó a Henley un cuchillo de caza y le ordenó que cortara la ropa de Williams, insistiendo en que, mientras violaba y mataba a Kerley, Henley haría lo mismo con Williams.
Henley retrocedió unos pasos mientras Corll continuaba avanzando hacia él, gritando, "¡No lo harás!"
Henley disparó tres balas adicionales contra su espalda y hombro mientras Corll se deslizaba por la pared agonizando en el pasillo fuera de la habitación donde los otros dos adolescentes estaban atados.
Corll murió desangrado donde cayó, su cuerpo desnudo yacía boca abajo contra la pared.
En su llamada, Henley le espetó al operador: "¡Será mejor que venga ahora mismo!
Mientras Kerley, Williams y Henley esperaban en el porche de Corll para que llegara la policía, Henley le mencionó a Kerley que le había "disparado cuatro o cinco veces".
También se hallaron cajas con herramientas que servirían para torturar y mutilar a las víctimas de Corll.
Sin embargo no había ningún cadáver, aparte del supuesto asesino en serie.
Tras ser llevado al vehículo policial Henley gritó: "¡No me importa quién lo sepa!
Aún eran escépticos con respecto a sus declaraciones pero si era cierto, lo que tenían entre manos era algo muy, muy grande.