El término terrorismo económico se define estrictamente para indicar un intento de desestabilización económica por parte de un grupo. Más precisamente, en 2005 el Centro de Política de Seguridad de Ginebra definió el terrorismo económico en los siguientes términos:
A diferencia de la " guerra económica " emprendida por estados contra otros estados, el "terrorismo económico" sería llevado a cabo por actores transnacionales o no estatales. Esto podría implicar acciones desestabilizadoras variadas, coordinadas y sofisticadas o masivas para alterar la estabilidad económica y financiera de un Estado, un grupo de Estados o una sociedad (como las sociedades occidentales orientadas al mercado) por motivos ideológicos o religiosos. Estas acciones, si se llevan a cabo, pueden ser violentas o no. Podrían tener efectos inmediatos o conllevar efectos psicológicos que a su vez tengan consecuencias económicas. [1]
El terrorismo financiero (también conocido como terrorismo económico) se refiere más comúnmente a la manipulación secreta de la economía de una nación por parte de actores estatales o no estatales. [2] Sin embargo, el terrorismo económico también puede quedar en evidencia, posiblemente en nombre de sanciones económicas. [3] El terrorismo económico tiene como objetivo a civiles de naciones o grupos en la búsqueda de objetivos políticos.
Los ataques terroristas contra puertos y fronteras terrestres provocan que se implementen medidas adicionales para garantizar la llegada segura del producto. Estas medidas obligan a aumentar el costo de exportar e importar bienes. Las economías emergentes son las más afectadas, porque la desaceleración de las exportaciones e importaciones afectará la capacidad del país para combatir la pobreza. Un aumento de la pobreza puede provocar revueltas entre la población y posible desestabilización política, lo que obligaría a un aumento aún mayor de la pobreza. [4]
Para contrarrestar la piratería, los gobiernos y las industrias marítimas deben tomar medidas preventivas. La Administración Marítima de los Estados Unidos dice que "estas acciones pueden incluir una mayor presencia militar en áreas de alto riesgo, desviar los barcos para evitar el Golfo de Adén, pagar primas de seguro más altas, contratar guardias de seguridad privados e instalar equipos disuasorios no letales". El costo de estas medidas preventivas se traslada a los consumidores y a los contribuyentes, desviando en última instancia dinero de otras áreas de la economía. [5]