En el ámbito empresarial , la tasa de utilización es un número importante para las empresas que facturan su tiempo a los clientes y para aquellas que necesitan maximizar el tiempo productivo de sus empleados. Puede reflejar la eficiencia de facturación o el uso productivo general de un individuo o una empresa.
En términos simples, hay dos métodos para calcular la tasa de utilización.
El primer método calcula la cantidad de horas facturables dividida por la cantidad de horas registradas en un período de tiempo determinado. Por ejemplo, si se registran 40 horas de tiempo en una semana, pero solo 30 horas de ese tiempo fueron facturables, la tasa de utilización sería 30/40 = 75 %.
Sin embargo, con este método es fácil ver cómo se puede manipular esta tasa de utilización: si una empresa deja de registrar el tiempo no facturable, su tasa de utilización siempre será del 100%.
La segunda forma de calcular la tasa de utilización es tomar la cantidad de horas facturables y dividirla por una cantidad fija de horas por semana. Por ejemplo, si se registran 32 horas de tiempo facturable en una semana fija de 40 horas, la tasa de utilización sería 32/40 = 80%.
Tenga en cuenta que con este segundo método es posible tener una tasa de utilización que supere el 100%. Si se registran 50 horas de tiempo facturable en una semana fija de 40 horas, entonces la tasa de utilización sería 50 / 40 = 125%.
Otra consideración es la inclusión o exclusión de las horas de ausencia, por ejemplo, las licencias o las enfermedades. La práctica habitual es excluirlas de los cálculos de utilización. Excluir las horas de ausencia también puede ayudar a eliminar la estacionalidad de los cálculos de utilización. [1]
Las diferencias en la forma de medir la utilización también pueden generar diferentes comportamientos, y algunas organizaciones pueden emplear múltiples medidas de utilización. Por ejemplo, una empresa independiente de servicios profesionales o de consultoría puede basarse únicamente en la utilización facturable. Una organización que vende productos, así como servicios de implementación o soporte, puede utilizar el concepto de utilización " productiva ", que también mide y recompensa el tiempo dedicado a actividades como el desarrollo de productos que son importantes, pero que pueden no facturarse directamente a un cliente. [ cita requerida ]