Cliffhanger
El término es una expresión inglesa que puede traducirse como "quedar colgando del acantilado".Según el medio y tipo de historia, un cliffhanger puede ser simplemente una escena, una imagen, una acción dramática, o tal vez solo una frase, En la literatura española se encuentra un ejemplo clásico en el Quijote, entre los capítulos VIII y IX, con la siguiente apertura del capítulo IX:[1]Durante el siglo XX eran usados en la literatura pulp (ediciones en rústica) y en los radiodramas, y de ahí pasaron a los seriales de cine, a los cómics y, en el último par de décadas, a la televisión e incluso a los videojuegos; es uno de los recursos más utilizados actualmente en los dos últimos, gracias a la división de estos en entregas, números o capítulos, y debido sobre todo a la importancia en estos medios de atraer al público a que siga las consecuencias por venir tras el corte dado en el argumento con este recurso.Así se logra mantener en vilo al espectador/lector/jugador hasta el desenlace de la situación.El fenómeno psicológico que explica por qué funciona este recurso se denomina Efecto Zeigarnik.