La dislexia superficial es un tipo de dislexia o trastorno de la lectura. [1] [2] Según el estudio de Marshall y Newcombe (1973) y McCarthy y Warrington (1990), los pacientes con este tipo de trastorno no pueden reconocer una palabra como un todo debido al daño del lóbulo parietal o temporal izquierdo . Los individuos con dislexia superficial son incapaces de reconocer una palabra como una palabra completa y recuperar su pronunciación de la memoria. En cambio, los individuos con dislexia superficial dependen de las reglas de pronunciación. Por lo tanto, los pacientes con este tipo particular de trastorno de la lectura leen palabras no definidas con fluidez, como "yatchet", pero tienen dificultades con las palabras que desafían las reglas de pronunciación (es decir, palabras de excepción). Por ejemplo, un paciente con dislexia superficial puede leer correctamente palabras regulares como "mint", pero fallará cuando se le presente una palabra que desobedezca las reglas de pronunciación típicas, como "pint". A menudo, el conocimiento semántico se conserva en individuos con dislexia superficial. [3] [4]
La teoría de la doble vía de lectura propone que los lectores expertos utilizan dos mecanismos para convertir el lenguaje escrito en lenguaje hablado: la vía léxica directa y la vía no léxica indirecta. Según la teoría de la doble vía de lectura, en los individuos con dislexia superficial, la vía indirecta (no léxica) se conserva. Sin embargo, la vía directa (léxica) de lectura no lo está. La vía indirecta de lectura permite a los individuos con dislexia superficial leer palabras regulares que siguen una conversión de letra a sonido o de grafema a fonema. La ausencia de una vía directa de lectura intacta lleva a los individuos con dislexia superficial a identificar y pronunciar incorrectamente las palabras irregulares. [3] [4]
Algunos estudios [ ¿cuáles? ] han demostrado mejoras en el rendimiento de lectura y ortografía de niños individuales con dislexia superficial. Muchas de las intervenciones que existen se basan en el modelo de doble vía de lectura y utilizan un enfoque específico basado en los resultados de la evaluación individual.
Los estudios de caso realizados por Law y Cupples (2015) recomiendan, en primer lugar, identificar las dificultades específicas de lectura oral que experimenta el individuo con dislexia superficial y, en función de los patrones de lectura identificados, diseñar un programa de tratamiento orientado y motivado teóricamente. Una de las intervenciones consistió en centrarse en el procesamiento visual-ortográfico aumentando la eficiencia con la que los disléxicos superficiales identificaban las palabras falsas. La segunda intervención consistió en un entrenamiento en la identificación y decodificación de patrones de letras comunes en palabras irregulares. [5]