El movimiento de víctimas es el término colectivo para las técnicas utilizadas para trasladar a una víctima desde su ubicación inicial (calle, casa, lugar de trabajo, desierto, campo de batalla) hasta la ambulancia . [1]
En situaciones de combate o en la naturaleza, puede ser necesario estabilizar primero al paciente antes de moverlo para evitar causarle más lesiones. En tales situaciones, la evacuación puede implicar llevar a la víctima una cierta distancia en camillas improvisadas, un travesaño u otro equipo de transporte improvisado.
La inmovilización espinal es necesaria si existe la posibilidad de una lesión en la cabeza o la columna vertebral. [2]
Una vez que el paciente está listo para ser trasladado, el primer paso es levantar al herido para colocarlo en una camilla o camilla (cesta de rescate) . El paso final es el traslado del paciente desde la camilla hasta la cama del hospital.
El uso de camillas con ruedas, habitualmente empleadas en la mayoría de los servicios de urgencias desarrollados, no necesita mucha explicación, salvo que se debe tener mucho cuidado para no agravar un trauma inestable.