El término slow food (en español, comida lenta) nombra a un movimiento internacional que se contrapone a la estandarización del gusto en la gastronomía, y promueve la difusión de una nueva filosofía que combina placer y conocimientos.El símbolo del slow food es el caracol, emblema de la lentitud.En Italia, slow food tiene 35 000 personas inscritas organizadas en 330 sedes locales llamadas condotte («conductas»).Slow food organiza algunas de las más importantes ferias dedicadas a la alimentación, entre las que destacan el «Salón del Gusto», en el Lingotto de Turín (en años pares), y "Slowfish", en Génova, y «Cheese», en Bra (en años impares).En conexión con el Arca funcionan los «baluartes» (en italiano "presidii"), proyectos sobre el territorio que tienen como objetivo sostener concretamente estos productos (a partir de 2000).