La separación de contenido y presentación (o separación de contenido y estilo ) es el principio de diseño de separación de preocupaciones tal como se aplica a la creación y presentación de contenido. Bajo este principio, los aspectos visuales y de diseño (presentación y estilo) se separan del material y la estructura central (contenido) de un documento. [1] [2] [3] Una analogía típica utilizada para explicar este principio es la distinción entre el esqueleto humano (como componente estructural) y la carne humana (como componente visual) que compone la apariencia del cuerpo. Las aplicaciones comunes de este principio se ven en el diseño web ( HTML vs. CSS ) [4] [5] y la composición tipográfica de documentos ( el cuerpo del documento [ aclarar ] de Lambert vs. su preámbulo).
Este principio no es una directriz rígida, sino que sirve más como una práctica recomendada para mantener separadas la apariencia y la estructura. En muchos casos, los aspectos de diseño y desarrollo de un proyecto son realizados por diferentes personas, por lo que mantener ambos aspectos separados garantiza tanto la responsabilidad inicial de la producción como la simplificación posterior del mantenimiento, como en el principio de no repetirse (DRY).
LaTeX es un lenguaje de marcado de documentos que se centra principalmente en el contenido y la estructura de un documento. Cuando se prepara un documento utilizando el sistema LaTeX, el código fuente del documento se puede dividir en dos partes: el cuerpo del documento y el preámbulo (y las hojas de estilo). El cuerpo del documento se puede comparar con el cuerpo de un documento HTML, donde se especifica el contenido y la estructura del documento, mientras que el preámbulo (y las hojas de estilo) se pueden comparar con la parte CSS de un documento HTML, donde se especifican el formato, las especificaciones del documento y otros atributos visuales.
Con esta metodología, los autores pueden estructurar, diseñar y componer textos y publicaciones académicas con un mínimo esfuerzo. De hecho, también evita que los usuarios finales (que normalmente no tienen formación como diseñadores) tengan que alternar entre retocar el formato y trabajar en el documento en sí. De forma similar a lo que ocurre con HTML y CSS, la separación entre contenido y estilo también permite reformatear rápidamente un documento para distintos fines, o reutilizar un estilo en varios documentos. [6]